Fui orientada en un ambiente católico en donde las capacidades fuera de lo común, no eran del todo aceptables. El tener habilidades psíquicas o mediumisticas es algo que nunca contemple. Durante la mayor parte de mi vida pensé que este este tipo de acciones era algo que no era aprobado por Dios.  Sin embargo, desde que tengo uso de razón hasta que entre a la adolescencia, recuerdo el haber sentido la presencia de alguien a mi alrededor, alguien a quien no podia ver. Esta sensación se agudizaba en las noches cuando todo estaba más en silencio.  Dormía con una almohada sobre la cara porque pensaba que de esa forma, no sentiría aquello que no entendía.  Al final acababa corriendo a dormir con mi mama, hasta que ya de grande fui logrando ignorarlo, hasta reprimirlo. El saber información de gente que no conocía o sentir la presencia de alguien a quien no podía ver, era algo que no entendía y por una gran parte de mi vida trate de ignorar pero que en realidad siempre quise comprender. Tomo mucho tiempo para  empezar a cuestionar situaciones o eventos en mi vida para los cuales no tenía una explicación racional.  
Eventualmente una cosa me llevó a la otra y así empecé el camino hacia el entendimiento de mis facultades. Hoy tengo la certeza de que el usarlos no es algo malo o fuera del amor Dios. Hoy después de ver como el poder transmitir mensajes de amor y esperanza a tanta gente que ha sido puesta en mi camino y a quienes se les ha podido brindar tanta paz y sanación a cambiado radicalmente mi punto de vista. Estos dones o talentos sólo puede venir gracias al poder y la gracia de Dios.